lunes, 25 de febrero de 2013

Las 8 dimensiones de un protocolo familiar (parte I)


Un protocolo familiar tiene 8 dimensiones y ninguna de ellas es la determinante. Todas han de ser cuidadas durante su elaboración, implementación e incorporación a la vida diaria de la familia empresaria. 

En esta primera parte veremos las cuatro primeras. El resto las analizaremos en la segunda entrega. Veámoslas:

  • Acuerdo escrito: es lo convenido puesto por escrito. Corresponde a esta dimensión el grado de consenso, la calidad y amplitud de los acuerdos tomados, el nivel de su redacción y lo que responden a la realidad de la familia y el negocio.
  • Empresarial: tiene que ver con el negocio, las finanzas, sus órganos de gobierno y sistemas de dirección.
  • Legal-Fiscal: el protocolo, dentro de los márgenes que establece la ley y si así lo desea la familia empresaria, tiene carácter legal. En su desarrollo e implementación se formulan o actualizan testamentos, acuerdos matrimoniales, estatutos sociales y otros pactos entre propietarios. Igualmente, se revisa la planificación fiscal del negocio y se trata de adecuar a la nueva realidad que configuran los acuerdos tomados en el protocolo familiar.
  • Patrimonial: la creación, crecimiento y protección del patrimonio deben ser tenidos muy en cuenta en el momento de desarrollar el protocolo familiar.

Vigilar las dimensiones del protocolo, antes, durante y posteriormente a la elaboración del mismo nos sirve para evaluar cómo vamos y dónde debemos tratar de avanzar. Si, por ejemplo, encontramos que con los acuerdos que estamos alcanzando nuestro patrimonio particular estará siempre sometido a altos riesgos, el prestar atención a la dimensión “patrimonial”  puede ayudarnos a equilibrar el resultado del protocolo.

En la próxima entrega veremos las cuatro dimensiones restantes.

Rafael Rodríguez Díaz

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